Abstract:
El discurso de ingreso se centró en la función que desempeñaban los mercados de capitales en la financiación de las empresas, en un contexto de fuerte crisis económica como era la del año 1982, tras una década presidida por fortísimos incrementos del precio de los productos energéticos y, particularmente, el petróleo. A la crisis económica se añadía una fuerte crisis financiera, reflejada en el comportamiento negativo del mercado de valores que, en menos de ocho años, había experimentado una caída del 70%. Si a ello se añade el efecto de la inflación, se llegaba a la conclusión de que la pérdida para los inversores había sido del 90%, es decir, de una peseta invertida en 1974, tenía en 1982 un poder adquisitivo equivalente a 10 céntimos. A su vez, las empresas, fuertemente endeudadas y con una política monetaria restrictiva, tenían dificultades para la obtención de créditos y debieron concentrar su financiación en los mercados de capitales, a través de la emisión de acciones, bonos y obligaciones. En una fase tan difícil para nuestra economía y nuestros mercados de valores, estos consiguieron suministrar más de un tercio de la financiación de las grandes empresas cotizadas en Bolsa y aprovecharon la crisis para llevar a cabo una profunda reestructuración que permitiría sentar las bases de la fase de expansión económica y de fuertes subidas de los mercados de valores, que se produjo durante la década de los años 80. El discurso fue acompañado de un análisis exhaustivo del sistema financiero español, así como de un importante bagaje estadístico.